Una cerveza al día
Amantes de la cerveza, tomad asiento: Los efectos de la cerveza en el cuerpo son bastante complicados. Esta bebida tan apreciada puede tener un impacto bastante significativo en los objetivos generales de salud, por lo que es conveniente informarse bien antes de consumirla.
La cerveza tiene un sabor crujiente y refrescante que a mucha gente le apetece con la comida o después de un largo día de trabajo. Esta bebida alcohólica se presenta en un sinfín de variedades, desde las oscuras y ácidas hasta las dulces y cítricas. Por ello, el perfil nutricional de la cerveza también difiere mucho según el tipo que se elija para beber.
Las cervezas más ligeras y secas tienen entre 60 y 120 calorías, sobre todo cuando se trata de las diseñadas como alternativas más saludables a las cervezas más pesadas. Las cervezas oscuras tienen entre 100 y 300 calorías. También suelen contener un mayor número de hidratos de carbono, por lo que no son la mejor opción para quienes están a dieta o vigilan su consumo de carbohidratos.
Según la Base de Datos Nacional de Nutrientes del USDA, la cerveza normal contiene aproximadamente 12,6 gramos de carbohidratos por lata. Por sí mismos, los carbohidratos no son nada de temer – pero en este caso, son calorías relativamente vacías con poco o ningún valor nutricional para tu cuerpo. Incluso unas pocas bebidas al día con la cena pueden añadir cientos de calorías a tu dieta diaria, así que asegúrate de ser consciente de cómo afectan estas bebidas a tu cuerpo.
Los buenos efectos de la cerveza
Brittany Larsen no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
El consumo de cerveza y licores está vinculado a niveles elevados de grasa visceral -el tipo de grasa perjudicial que se asocia a un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y otras complicaciones de salud-, mientras que el consumo de vino no muestra esa asociación con los niveles de esta grasa perjudicial e incluso puede ser protector contra ella, dependiendo del tipo de vino consumido. De hecho, hemos comprobado que beber vino tinto está relacionado con tener niveles más bajos de grasa visceral. Éstas son algunas de las principales conclusiones de un nuevo estudio que mis colegas y yo hemos publicado recientemente en la revista Obesity Science & Practice.
Aunque el consumo de vino blanco no influyó en los niveles de grasa visceral, nuestro estudio demostró que beber vino blanco con moderación podría ofrecer su propio beneficio para la salud de los adultos mayores: huesos más densos. En nuestro estudio encontramos una mayor densidad mineral ósea entre los adultos mayores que bebían vino blanco con moderación. Y no encontramos esta misma relación entre el consumo de cerveza o vino tinto y la densidad mineral ósea.
Efectos secundarios de la cerveza en las mujeres
Los beneficios de la cerveza para la salud son muy amplios, y van desde la prevención del cáncer y la diabetes hasta la ayuda al sistema digestivo, pasando por el tratamiento de la osteoporosis y la hipertensión. La cerveza es muy eficaz para prevenir la formación de cálculos renales.
La cerveza es rica en vitaminas, lo que ayuda a prevenir la anemia, además de favorecer la salud de la piel y el cabello. Se ha demostrado que el consumo moderado de cerveza reduce drásticamente los niveles de colesterol y mantiene el corazón sano, además de prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Durante el proceso de elaboración, la fermentación del almidón y los azúcares del mosto produce etanol y carbonatación en la cerveza resultante. En la elaboración de la cerveza comercial, el efecto natural de la carbonatación se suele eliminar durante el proceso y se sustituye por una carbonatación forzada.
Revisemos el contenido nutricional de la cerveza, una botella normal de cerveza tiene alrededor de 145 calorías y unos 11-15 gramos de carbohidratos. El agua que se utiliza para fabricar la cerveza se hierve en las primeras etapas del proceso de elaboración, lo que permite eliminar cualquier agente patógeno presente. La presencia de folato en la cerveza ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas cuando se consume con moderación. La cerveza también reduce los coágulos sanguíneos y se ha demostrado que mejora la función mental de las mujeres, además de aumentar la densidad ósea.
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El consumo de cerveza puede aportarnos grandes beneficios, pero sólo se consiguen si se bebe con moderación. Por el contrario, la ingesta excesiva de cerveza puede poner la historia fea con riesgos potenciales para nuestra salud. En este post, vamos a acotar y analizar 8 efectos secundarios de la cerveza. A partir de esta información, podrás tener más en cuenta y controlar mejor la cantidad de esta bebida alcohólica que se consume a diario y semanalmente.
Según las investigaciones científicas, el consumo de cualquier tipo de alcohol, incluida la cerveza, puede interferir en el nivel de azúcar en sangre de nuestro organismo. Para verlo más de cerca, el hígado, después de convertir el glucógeno en glucosa, liberará la sustancia en el torrente sanguíneo.
En esta fase, si se consumen cantidades superiores a las adecuadas, los efectos secundarios de beber cerveza a diario son tremendos. En concreto, el alcohol que contiene la bebida puede interferir en el proceso, creando punzadas de hambre. Más tarde, acabarás atiborrándote de más comida, lo que podría provocar un mayor nivel de azúcar en la sangre.
Cuando quieras saciar tu sed en un día caluroso, una taza de cerveza fría será un alivio tranquilizador. Lo importante en este caso es que mientras las hormonas antidiuréticas naturales de nuestro cuerpo retienen líquidos, el consumo de cerveza ralentizará la liberación de esta hormona.