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El gobierno quiere acabar con el vino y la cerveza

julio 16, 2022

Enmienda 18 y 21

Los prohibicionistas intentaron por primera vez acabar con el comercio de bebidas alcohólicas durante el siglo XIX. Dirigidos por protestantes pietistas, pretendían sanar lo que consideraban una sociedad enferma acosada por problemas relacionados con el alcohol, como el alcoholismo, la violencia familiar y la corrupción política basada en los salones. Muchas comunidades introdujeron la prohibición del alcohol a finales del siglo XIX y principios del XX, y la aplicación de estas nuevas leyes de prohibición se convirtió en un tema de debate. Los partidarios de la prohibición, llamados “drys”, la presentaron como una batalla por la moral y la salud públicas. El movimiento fue asumido por los progresistas de los partidos Prohibicionista, Demócrata y Republicano, y obtuvo una base nacional a través de la Woman’s Christian Temperance Union. Después de 1900, fue coordinado por la Anti-Saloon League. La oposición de la industria cervecera movilizó a los partidarios “húmedos” de las comunidades católicas romanas y luteranas alemanas adineradas, pero la influencia de estos grupos retrocedió a partir de 1917 tras la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial contra Alemania.

Día de la derogación

Sin embargo, tras muchas protestas y críticas del sector de la hostelería, entre otras cosas, finalmente fue desechada. De haber salido adelante, habría sido una de las propuestas más llamativas de un ambicioso plan del Gobierno para mejorar la salud de los españoles a través de políticas sociales, concienciación social y mejoras en la atención sanitaria. El plan había sido aprobado el miércoles por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).

La ministra de Sanidad, Darías, lidera esta estrategia en la que se promoverá la dieta mediterránea como modelo de alimentación saludable para el corazón. Pero “sin el consumo de alcohol”. En ese contexto, se elaboró la propuesta de no incluir vino ni cerveza, sino agua del grifo gratis en el menú diario de los restaurantes. Sin embargo, esto recibió mucha oposición.

  Bandeja cerveza

Además de que los restaurantes “ofrezcan agua del grifo normal y gratuita en sus menús”, una de las medidas importantes que promueve el ministerio es instalar fuentes de agua en todo tipo de instalaciones públicas, educativas, sanitarias o deportivas.

¿Funcionó realmente la prohibición del alcohol como innovación en materia de salud pública?

Algunos grupos de estadounidenses son más propensos que otros a afirmar que consumen alcohol, entre ellos los hombres, cuya tasa de consumo supera en un 63% a la de las mujeres. Asimismo, los adultos estadounidenses de entre 35 y 54 años son más propensos a beber que sus homólogos de más edad y más jóvenes, y son más los licenciados universitarios que dicen consumir bebidas alcohólicas que los que no tienen título universitario. Aun así, la mayoría de estos grupos dice beber alcohol.

Gráfico de líneas. Porcentaje de bebedores estadounidenses que dicen beber a veces más bebidas alcohólicas de lo que creen que deberían desde 1978. El último 18% está cerca del 17% más bajo registrado en 2011 y se mantiene esencialmente sin cambios en las últimas lecturas.

Mientras que la proporción de estadounidenses que consumen alcohol y la cantidad que beben han bajado ligeramente en comparación con 2019, lo que beben se mantiene esencialmente sin cambios. Los bebedores en Estados Unidos siguen siendo más propensos a consumir cerveza (39%) que vino (31%) o licores (27%).

La tendencia general ha mostrado que la cerveza es la bebida preferida en casi todas las lecturas, aunque es menos dominante que en la década de 1990, cuando cerca de la mitad dijo que era su bebida alcohólica preferida. El vino ha sido la siguiente bebida más popular, empatando esencialmente con la cerveza entre 2011 y 2013, pero quedando más claramente por detrás de la cerveza desde entonces. El licor se ha quedado casi siempre por detrás de la cerveza y el vino en cuanto a popularidad, pero en general ha tenido una tendencia al alza, sobre todo en los últimos cinco años, incluyendo un máximo del 29% en 2019.

  Cerveza el turia

Ley Volstead

¿Por qué algunas personas reaccionan de forma diferente al alcohol que otras? El alcohol afecta a todos los órganos del cuerpo. Es un depresor del sistema nervioso central que se absorbe rápidamente desde el estómago y el intestino delgado al torrente sanguíneo. El alcohol se metaboliza en el hígado mediante enzimas. Sin embargo, el hígado sólo puede metabolizar una pequeña cantidad de alcohol a la vez, dejando que el exceso de alcohol circule por todo el cuerpo. La intensidad del efecto del alcohol en el cuerpo está directamente relacionada con la cantidad consumida.

¿Una cerveza o un vino son más seguros que un licor? No. Una cerveza de 12 onzas tiene aproximadamente la misma cantidad de alcohol que una copa de vino de 5 onzas o un trago de licor de 1,5 onzas. Lo que más afecta a una persona es la cantidad de alcohol consumida, no el tipo de bebida alcohólica.

¿Qué es el “binge drinking”? El “binge drinking” se define como un patrón de consumo de alcohol que eleva la concentración de alcohol en sangre (BAC) a 0,08% o más. Este patrón de consumo suele corresponder a 5 o más bebidas en una sola ocasión para los hombres o 4 o más bebidas en una sola ocasión para las mujeres, generalmente en un plazo de unas 2 horas.2

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