¿Es la Guinness mala para la gota?
Se determinó el contenido de purina de las cervezas comerciales, con poco alcohol y sin alcohol. Se estudió a cuatro enfermos de gota en condiciones controladas antes y después de la ingestión de cuatro bebidas diferentes que contenían alcohol, alcohol y purina, purina y ni alcohol ni purina. Los resultados muestran un aumento significativo de la excreción de purina con una carga de líquido sola y una alteración o inversión de esta respuesta con las otras tres bebidas. Estos resultados son difíciles de interpretar basándose únicamente en el contenido de alcohol y purina de las bebidas. Las isohumulonas están presentes en todas las cervezas. Se desconoce su efecto sobre el metabolismo y la excreción del ácido úrico, pero es necesario estudiarlo más a fondo como posible explicación de estos resultados. Estos resultados sugieren que las tres bebidas que no son una carga de líquido por sí solas no son adecuadas para los enfermos de gota.
El vino sin alcohol tiene purinas
Los alimentos y bebidas ricos en purinas (las proteínas de la dieta se descomponen en purinas y pirimidinas) pueden contribuir al desarrollo de la gota. El producto final de la descomposición de las purinas en el organismo es el ácido úrico, que puede formar cristales de urato que se depositan en las articulaciones, causando inflamación.
Una de las recomendaciones para controlar la gota es reducir el consumo de ciertos alimentos y bebidas ricos en purinas. En el pasado, los médicos daban a sus pacientes con gota una larga lista de alimentos que debían evitar, pero las investigaciones han demostrado que esto no es práctico ni necesario. Su médico y su enfermera le harán recomendaciones específicas, pero aquí tiene algunos consejos útiles:
No tendrá que dejar necesariamente las bebidas alcohólicas si le diagnostican gota. ¿Por qué es importante el consumo de alcohol? Algunas personas que beben mucho alcohol nunca padecen gota. El alcohol puede aumentar los niveles de ácido úrico en el cuerpo. Por lo tanto, puede ser una causa importante de hiperuricemia y gota. El alcohol actúa para aumentar los niveles de ácido úrico al disminuir la cantidad de ácido úrico que excretan los riñones. La cerveza se ha ganado la reputación de ser especialmente mala para la gota, ya que tiene este efecto en los riñones, pero también porque la cerveza tiene sus propias proteínas que se descomponen en urato en el cuerpo. Por lo tanto, beber cerveza aumenta el ácido úrico de dos maneras diferentes.
La cerveza sin alcohol es mala para el hígado
Métodos: Se analizaron 35 bebidas alcohólicas. Se desgasificaron y congelaron muestras de cada bebida alcohólica etiquetadas a ciegas. La preparación de las muestras antes de la HPLC siguió los métodos de los investigadores japoneses. Se realizó la HPLC para analizar el contenido de adenina, guanina, hipoxantina y xantina en las bebidas alcohólicas.
Resultados: Las curvas estándar fueron lineales para todas las purinas. Los contenidos de purinas fueron los siguientes: cerveza (42.26∼146.39 Ռmol/L, n=12), vino medicinal (8.2 y 40.41 Ռmol/L, n=2), vino de arroz (13.19 Ռmol/L), Makgeolri (11.71 y 24.72 Ռmol/L, n=2), vino tinto (0, 6.03, y 17.9 Ռmol/L, n=3). No se encontraron purinas en el vino de frutas (n=2), el Kaoliang (n=1), el vino blanco (n=1) ni en las bebidas alcohólicas destiladas, como el soju (n=10) o el whisky (n=1).
Conclusiones: Entre las bebidas alcohólicas populares coreanas, la cerveza contenía una cantidad considerable de purinas, mientras que las bebidas alcohólicas destiladas no. Los pacientes con gota o hiperuricemia deberían evitar las bebidas alcohólicas, especialmente las que contienen grandes cantidades de purinas.Palabras clave: Gota, Purina, Alcohol, HPLC
Cerveza sin alcohol y sin purinas
Según los consejos sanitarios más frecuentes, una bebida alcohólica al día suele ser segura para las mujeres y dos bebidas al día para los hombres. Pero si le han diagnosticado gota o corre el riesgo de desarrollarla, es posible que deba reducir el consumo de alcohol.
La gota es un tipo de artritis en la que los niveles elevados de ácido úrico en la sangre, un subproducto del metabolismo, empiezan a cristalizar en las articulaciones, provocando un dolor y una hinchazón que suelen ser repentinos y graves. La gota suele desarrollarse por etapas: en la primera, los niveles de ácido úrico aumentan pero no causan síntomas (lo que se denomina hiperuricemia); en la segunda, la persona ha empezado a experimentar ataques de gota dolorosos, llamados brotes. A medida que la gota avanza, se vuelve crónica y afecta a más articulaciones, y el tiempo entre brotes se acorta.
Los cristales de ácido úrico también pueden formarse en los riñones y causar cálculos renales, y pueden acumularse en varios lugares del cuerpo, como debajo de la piel, y causar “bultos” llamados tofos. Los enfermos de gota también corren el riesgo de padecer graves comorbilidades, como enfermedades cardíacas y diabetes.