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Sí, hace calor fuera. Y también dentro. Sobre todo en la cocina, donde la idea de encender el horno o ponerse delante de una sartén caliente evoca el temor al fuego y al azufre. Claro que puedes salir a la parrilla, pero eso es casi tan malo.
Son los días de verano y lo que realmente quieres es meter la cabeza en el congelador. Oye… ¡es una gran idea! Abre la puerta y disfruta del aire frío mientras eliges un paquete de tu reserva de congelados Sea to Table. Hay tantas formas maravillosas de preparar nuestro pescado… ¡y no hace falta el calor! Siga leyendo para descubrir algunos de nuestros platos de pescado fríos favoritos que no requieren calor para una refrescante comida de verano.
La ensalada fría de marisco conocida como Poke (Po-keh) ciertamente no es nueva, pero está experimentando una ola de popularidad. Este plato tradicional hawaiano de pescado cortado en cubos (Poke significa “trozo”), simplemente marinado y servido frío, es una moda que esperamos que se mantenga durante mucho tiempo. Echa un vistazo a nuestra receta para un poke sencillo, hecho en casa, con nuestro delicioso salmón coho salvaje de Alaska, que estará en la mesa en 30 minutos o menos.
Guarniciones y vinos para acompañar al pescado (3/2/16 en KARE 11)
Bridget Coila se especializa en temas de salud, nutrición, embarazo, mascotas y crianza. Sus artículos han aparecido en Oxygen, American Fitness y en varios sitios web. Coila es licenciada en biología celular y molecular por la Universidad de Cincinnati y tiene más de 10 años de experiencia en investigación médica. Más de este autor Nuestro proceso editorial
El pescado se promociona por sus efectos beneficiosos para el corazón, las articulaciones y el cerebro, pero la cantidad de una sola ración puede ser a veces confusa. Las distintas organizaciones tienen definiciones diferentes del tamaño de la ración de pescado.
Sin embargo, las recomendaciones generales sobre la cantidad de pescado que se debe comer a lo largo de una semana están bastante bien establecidas. Sus propias condiciones de salud pueden influir en la cantidad de pescado que debe consumir, así que téngalo en cuenta a la hora de calcular su propia ración ideal.
Una ración típica de pescado puede oscilar entre 3 y 6 onzas, según el tipo de pescado y su preparación. La Asociación Americana del Corazón considera que 3,5 onzas de pescado cocido, o unos 3/4 de taza, es una sola porción. Una lata de atún contiene unas 5 onzas y en la etiqueta nutricional se indican 2 onzas, o 1/4 de taza, como tamaño adecuado de una ración.
Alimentos extraños – Preparación y consumo de sashimi vivo en Japón
Muchas especies de peces son capturadas por el hombre y consumidas como alimento en prácticamente todas las regiones del mundo. El pescado ha sido una importante fuente dietética de proteínas y otros nutrientes a lo largo de la historia de la humanidad.
La lengua inglesa no tiene un nombre culinario especial para los alimentos preparados a partir del pescado, como ocurre con otros animales (como el cerdo frente a la carne de cerdo), o como en otros idiomas (como el pescado español frente al pez). En contextos culinarios y pesqueros, el pescado puede incluir los llamados mariscos, como los moluscos, los crustáceos y los equinodermos; de forma más amplia, el marisco abarca tanto el pescado como otros seres marinos utilizados como alimento[cita requerida].
Desde 1961, el aumento medio anual del consumo aparente de pescado (3,2%) ha superado el crecimiento de la población (1,6%) y ha superado el consumo de carne de todos los animales terrestres, combinados (2,8%) e individualmente (bovinos, ovinos, porcinos, etc.), excepto las aves de corral (4,9%). En términos per cápita, el consumo de pescado ha pasado de 9,0 kg (19,8 lb) en 1961 a 20,2 kg (45 lb) en 2015, a un ritmo medio de aproximadamente el 1,5% anual[1] La expansión del consumo se ha visto impulsada no sólo por el aumento de la producción, sino también por una combinación de otros muchos factores, como la reducción del desperdicio, la mejor utilización, la mejora de los canales de distribución y la creciente demanda de los consumidores, vinculada al crecimiento de la población, el aumento de los ingresos disponibles y la urbanización[1].
Cómo comer un pescado entero – cola, cabeza, ojos y todo
Cuando se trabaja con pescado, es fundamental manipularlo y almacenarlo adecuadamente para reducir el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos y garantizar un producto de calidad. No se pueden ver las bacterias dañinas en el pescado, por lo que hay que manipularlo como si estuvieran presentes. La salmonela y la E. coli son bacterias que pueden causar enfermedades transmitidas por los alimentos y que a veces se encuentran en el pescado. Siga las siguientes directrices para garantizar la seguridad frente a las enfermedades transmitidas por los alimentos cuando manipule el pescado.
Limpieza: Un entorno de trabajo limpio es esencial para prevenir la contaminación cuando se trabaja con pescado. Asegúrese de lavarse bien las manos antes y después de manipular el pescado crudo. La zona de trabajo, las tablas de cortar y los utensilios deben limpiarse a fondo con agua caliente y jabón después de ser expuestos y no deben utilizarse para otros alimentos hasta que se hayan limpiado correctamente. Esto evitará la contaminación cruzada de bacterias del pescado a otros alimentos.
Cuando trabaje con otros alimentos al mismo tiempo que prepara y cocina el pescado, asegúrese de utilizar utensilios diferentes para cada alimento. No utilice para el pescado cocido la misma bandeja que utilizó para la carne cruda, a menos que se haya lavado y secado adecuadamente antes de utilizarla. Si la preparación del pescado se realiza en una tabla de cortar, ésta debe fregarse a fondo con agua caliente y jabón después de cada uso y limpiarse periódicamente con una solución de lejía consistente en una cucharada de lejía por cada galón de agua.