Calorías de la mantequilla frente al aceite de canola
Tanto el aceite de oliva como la mantequilla pertenecen al grupo de las grasas, que el Departamento de Agricultura de EE.UU. aconseja consumir “con moderación”. Una cucharada de aceite de oliva contiene aproximadamente 120 calorías, mientras que una cucharada de mantequilla contiene unas 100 calorías. Puede optar por consumir estas grasas en función de su gusto personal, ya que ambas no difieren mucho en cuanto al número de calorías. Sin embargo, hay diferencias en las cualidades nutricionales entre el aceite de oliva y la mantequilla.
Las grasas, o lípidos, como la mantequilla y el aceite de oliva, son macronutrientes esenciales. Las grasas almacenan energía, protegen y aíslan los órganos vitales, sirven como precursoras de ciertas hormonas, mantienen la integridad de las membranas celulares y absorben las vitaminas liposolubles A, D, E y K.
Aunque el aceite de oliva y la mantequilla no varían significativamente en cuanto al número de calorías, una investigación del International Journal of Molecular Sciences muestra que una dieta mediterránea, en la que casi todas las fuentes de grasa añadida provienen del aceite de oliva, tiene importantes beneficios preventivos para la salud, como la reducción de los riesgos de enfermedades cardíacas. Otra distinción importante es que el aceite de oliva, que es un alimento de origen vegetal, no tiene colesterol, mientras que la mantequilla sí.
Mantequilla frente a aceite vegetal
El aceite de oliva y la mantequilla pertenecen al grupo de las grasas, que el Departamento de Agricultura de EE.UU. aconseja consumir “con moderación”. Una cucharada de aceite de oliva contiene aproximadamente 120 calorías, mientras que una cucharada de mantequilla contiene unas 100 calorías. Puede optar por consumir estas grasas en función de su gusto personal, ya que ambas no difieren mucho en cuanto al número de calorías. Sin embargo, hay diferencias en las cualidades nutricionales entre el aceite de oliva y la mantequilla.
Las grasas, o lípidos, como la mantequilla y el aceite de oliva, son macronutrientes esenciales. Las grasas almacenan energía, protegen y aíslan los órganos vitales, sirven como precursoras de ciertas hormonas, mantienen la integridad de las membranas celulares y absorben las vitaminas liposolubles A, D, E y K.
Aunque el aceite de oliva y la mantequilla no varían significativamente en cuanto al número de calorías, una investigación del International Journal of Molecular Sciences muestra que una dieta mediterránea, en la que casi todas las fuentes de grasa añadida provienen del aceite de oliva, tiene importantes beneficios preventivos para la salud, como la reducción de los riesgos de enfermedades cardíacas. Otra distinción importante es que el aceite de oliva, que es un alimento de origen vegetal, no tiene colesterol, mientras que la mantequilla sí.
Mantequilla o aceite de oliva para el pollo
Tanto la mantequilla como el aceite de oliva son alabados por su contenido en grasas al 100%. Las grasas son compuestos orgánicos necesarios para la producción de energía, la absorción y el procesamiento de vitaminas en nuestro cuerpo. También son vitales para la conducción de los impulsos nerviosos, la formación de las membranas celulares y los procesos hormonales. Sin las grasas, su cuerpo carecerá de un ácido graso esencial necesario para su salud general.
Sin embargo, no queremos que el amor por las grasas sea contraproducente. Las pruebas han demostrado que una dieta demasiado rica en grasas puede ser perjudicial para el organismo, sobre todo las saturadas, transinsaturadas, hidrogenadas y poliinsaturadas.
Una investigación del International Journal of Molecular Sciences muestra que una dieta mediterránea, en la que casi todas las fuentes de grasa añadida proceden del aceite de oliva, tiene importantes beneficios preventivos para la salud, como la reducción de los riesgos de enfermedades cardíacas. Otra distinción importante es que el aceite de oliva, que es un alimento de origen vegetal, tiene menos grasas saturadas y no contiene colesterol en la dieta, mientras que la mantequilla sí.
Por otra parte, otro estudio publicado el año pasado en la revista Annals of Internal Medicine, en el que se realizó un metaanálisis de 75 estudios diferentes, sugiere que no hay pruebas convincentes de que la grasa saturada -que tiene la mantequilla, pero no el aceite de oliva- aumente el riesgo de enfermedades cardíacas.
Calorías de la mantequilla
Sin duda, la mantequilla es deliciosa y capaz de transformar un plato decente en algo francamente espectacular, pero durante años, este dorado alimento lácteo adquirió la reputación de ser un alimento indulgente (y, por tanto, poco saludable). La verdad es que la mantequilla aporta algunos nutrientes importantes junto con su textura rica y cremosa. Es una buena fuente de vitamina A y también contiene vitamina E, riboflavina, niacina, calcio y fósforo.
Como su nombre indica, la mantequilla salada es una mantequilla con sal añadida. Más o menos una mantequilla multiuso, la variedad salada es estupenda para untar o utilizar en platos salados como la carne o las verduras asadas.
La mantequilla sin sal no tiene sal añadida, lo que le permite controlar completamente el sabor de su plato. Este tipo de mantequilla es ideal para hornear cuando no se desea que nada interfiera con el sabor natural de la receta.
Utilizado desde hace siglos con fines culinarios y de bienestar, el aceite de oliva se obtiene extrayendo el aceite del fruto de los olivos. Este proceso se realiza tradicionalmente mediante una prensa. El aceite de oliva suele dividirse en dos categorías: refinado y sin refinar. El aceite de oliva refinado se trata con calor y disolventes químicos para eliminar cualquier defecto del líquido, mientras que el aceite sin refinar se deja puro y sin tratar.