Cena de tres platos
Entrantes y entremesesLos entremeses son una parte formal de la comida, y no deben confundirse con la comida que se sirve con el aperitivo. Además, a menudo es difícil distinguir entre los entremeses y los entrantes, ya que algunos alimentos, por ejemplo, las verduras al estilo griego, entran en ambas categorías. Tanto los entremeses como los entrantes pueden ser fríos o calientes y comprenden una gran variedad de alimentos, por lo que no es tanto el tipo de platos lo que los diferencia, sino el momento en que se sirven y el tamaño de las porciones. Los entremeses preceden a los entrantes y sirven para abrir el apetito. Suelen consistir en un surtido de platos diferentes que se pueden comer con los dedos. En cambio, el entrante es una porción más grande de un solo plato.
Cena o té
En Estados Unidos, se ha convertido en norma comer sin ceremonia, devorando rápidamente las comidas en nuestros escritorios, en la zona de descanso de la oficina o frente al televisor del salón. Pero si usted se encuentra en un escenario gastronómico “formal” en Estados Unidos (como un banquete o una boda), es probable que su comida comience con una ensalada aliñada. Los chefs estadounidenses y los expertos en etiqueta apuntan a la naturaleza saciante de los forrajes para defender la posición de la ensalada como primer plato, pero en muchas otras culturas, disfrutar de una ensalada después del plato principal se considera el paso correcto para una buena digestión. Publicidad
Entonces, ¿cuándo debemos comer las ensaladas: antes, durante o después del plato principal? Hemos hablado con chefs y especialistas en etiqueta de todo el mundo para conocer los protocolos de ensalada de 5 cocinas diferentes, y el razonamiento que hay detrás de cada uno. En Estados Unidos, los comensales suelen comer sus ensaladas antes del plato principal. Las comidas formales en Estados Unidos suelen empezar con una ensalada y/o una sopa, seguidas de un aperitivo, un plato principal y un postre. Según la experta en etiqueta Jacquelyn Youst, de la Academia de Protocolo de Pensilvania, empezar con una ensalada puede evitar que se coma en exceso más tarde: “Los estadounidenses suelen comer la ensalada antes o durante la comida. [Según mis investigaciones, comer una ensalada antes de la comida puede reducir el consumo de calorías”.
Plato principal Postre
Si bien la experiencia de una comida ceremonial ha caído en desuso desde hace mucho tiempo en favor de las comidas que se pasan sentados en un escritorio o frente a un televisor -o peor aún, en una mesa poblada de gente con teléfono-, no es raro encontrarse con prácticas del pasado en ocasiones especiales, como bodas o banquetes.
Durante la parte de la comida de estas ocasiones especiales, es habitual que se sirva un plato de ensalada antes del plato principal. Aunque la mayoría de las veces esta experiencia no es nada del otro mundo, todo el mundo conoce la importancia de una dieta rica en verduras. Este momento es generalmente para mantener a la gente (algo) llena y feliz mientras se sirve el plato principal y para añadir un poco de fibra extra a la comida.LECTURA RELACIONADA: ¿Es la cocina con ghee mejor o más “sana” que la mantequilla?
El chef de formación europea Karl Guggenmos explica que en Francia los comensales creen que una ensalada verde consumida después del plato principal puede ayudar a la digestión. “Como las ensaladas son ricas en fibra, facilitan la digestión de los alimentos ingeridos anteriormente. [Además, las ensaladas limpian el paladar y preparan el sistema digestivo para el postre”, explica Guggenmos a HuffPost.
Etimología de la cena
La dieta y el ejercicio son los principales pilares de un plan de vida saludable. Pero, ¿puede la coordinación de los horarios de alimentación y de entrenamiento mejorar nuestros resultados de fitness? Y si es así, ¿cómo deberían diferir nuestros patrones de alimentación antes, durante y después de las actividades?
Combinar una dieta de primera calidad con un ejercicio estimulante puede ser todo un reto. Comer a horas diferentes, no elegir alimentos saludables para perder peso, saltarse comidas, comer en exceso, picar entre horas, hacer ejercicio de forma irregular, sufrir lesiones… la vida se interpone en nuestros “planes de vida saludable”. Aunque la flexibilidad puede ser una necesidad y una virtud, mantener un horario de dieta y ejercicio tiene notables ventajas.
Comer con regularidad (entre 5 y 7 veces) a lo largo del día mantiene los niveles adecuados de azúcar en sangre y de energía, mientras que el ejercicio regular quema constantemente las calorías consumidas (Alencar et al. 2015). De hecho, la sincronización adecuada de la nutrición y la actividad ayuda a sentar las bases para optimizar los resultados físicos.
A medida que exploramos los beneficios de coordinar los entrenamientos con la ingesta de alimentos -tanto en calidad como en cantidad-, su primera pregunta podría centrarse en el desayuno (es decir, si debe saltárselo) o en alguna otra rutina rápida y de quema.