Tortilla española
La tortilla española es un plato clásico que se sirve en los bares de tapas a temperatura ambiente. Es un plato sencillo pero maravillosamente sabroso, elaborado con sólo cuatro ingredientes: patatas, huevos, cebolla y sal, y está delicioso caliente, a temperatura ambiente o frío.
La tortilla española es un plato cargado de historia. La tortilla se remonta al siglo XVI en América Latina y Europa, cuando se dice que los aztecas comían un plato en forma de plato. Pero la tortilla española surgió cuando los españoles se encontraron con la patata incaica y la trajeron a España. Una de las muchas leyendas dice que el general Tomás de Zumalacárregui inventó la tortilla española durante el asedio de Bilbao en las primeras guerras carlistas como forma de alimentar a las tropas.
¿Por qué la tortilla española se llama tortilla? Tortilla es un diminutivo de la palabra “Torta” que significa pastel y hace referencia a su parecido con un pastel. En una tortilla española las patatas se cortan en rodajas finas o en dados. Usted decide qué prefiere. Tradicionalmente, la tortilla española o tortilla de patata no lleva cebolla y es un plato sencillo por excelencia que utiliza patatas, aceite y huevos. Hoy en día, muchos añaden cebolla para darle sabor y dulzor. También hay una versión de la tortilla española que utiliza patatas fritas.
Tapas españolas
Para desayunar, como tentempié de media mañana, para comer, merendar o cenar, cualquier momento del día se convierte en una buena excusa para disfrutarlo. No puede faltar en cualquier fiesta o reunión con la familia y los amigos, en los viajes, en la playa, en la montaña… Su sencilla receta, a base de huevos, patatas, cebollas, sal y aceite de oliva, crea una deliciosa combinación, un auténtico manjar para el paladar que está al alcance de todos los bolsillos.
Su origen no está muy claro. Por un lado, según Las Crónicas de Indias, sabemos que las primeras tortillas de huevo se hicieron hacia el año 1519, tanto por los españoles como por los aztecas. Y por otro lado, sabemos que Pizarro trajo las patatas de América a Europa en el año 1537 como alimento para los animales, ya que en aquella época los alimentos que salían de la tierra se consideraban venenosos para el consumo humano, había que esperar hasta 200 años para que se consideraran aptos para nuestro consumo. Los españoles confundieron las patatas con los boniatos por su aspecto similar y por eso empezaron a llamarlas patatas, nombre que se sigue utilizando en la actualidad.
Tortilla española
La tortilla de patatas[1] o tortilla española[2] es un plato tradicional de España. Celebrada como plato nacional por los españoles, es una parte esencial de la cocina española[3] Es una tortilla hecha con huevos y patatas, que puede incluir cebolla. Se suele servir a temperatura ambiente como tapa.
La primera referencia a la tortilla en español se encuentra en un documento navarro, como un “memorial de ratonero” anónimo dirigido a la corte de la región de Navarra en 1817. En él se explican las escasas condiciones de los agricultores navarros en contraste con los de Pamplona (la capital) y la Ribera (en el sur de Navarra). Después de enumerar los escasos alimentos que consumen los montañeses, sigue la siguiente cita “…dos o tres huevos en tortilla para 5 o 6 [personas] ya que nuestras mujeres saben hacerla grande y gruesa con menos huevos, mezclando patatas, pan rallado o lo que sea”[4].
Según la leyenda, durante el sitio de Bilbao, el general carlista Tomás de Zumalacárregui inventó la “tortilla de patatas” como plato fácil, rápido y nutritivo para satisfacer las carencias del ejército carlista. Aunque no se sabe si esto es cierto, parece que la tortilla comenzó a extenderse durante las primeras guerras carlistas[5].
Cocina española
Una de las cosas que Lisa aprendió al hacer tortillas en España es que en lugar de cortar las patatas en rodajas finas, en realidad es más fácil si las cortas en cubos (al menos en nuestra opinión). ¡Y eso es lo que haremos también en esta receta!
Además, el tipo de patatas que utilices puede marcar la diferencia. Recomendamos utilizar un tipo de patata polivalente -como las patatas blancas- en lugar de una patata con almidón para que los cubos de patata no queden demasiado blandos.
Recomendamos ese tamaño como máximo, aunque puedes cortarlos incluso más pequeños si tienes paciencia para ello. Cuanto más pequeños sean los trozos, más rápido se cocinarán y mejor se “pegará” la tortilla.
Poner una tapa en la sartén y freír las patatas a fuego medio hasta que estén tiernas. Cuando la patata se corta en cubos muy pequeños (1/4 de pulgada o menos), esto toma aproximadamente 10-12 minutos. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de su horno y su sartén.
Ahora dé la vuelta a la sartén y al plato para que la tortilla esté ahora en el plato con la sartén encima. Luego levanta la sartén y deja que la tortilla descanse en el plato. Asegúrate de usar guantes de cocina ya que es posible que te quemes.