Por qué es mala la dieta mediterránea
Stephanie Eckelkamp es una escritora y editora que ha trabajado para importantes publicaciones de salud durante los últimos 10 años. Es licenciada en periodismo por la Universidad de Siracusa, con especialización en nutrición.
Megan Fahey, M.S., R.D., CDN es una dietista registrada, nutricionista de medicina funcional y profesora de yoga registrada. Tiene un máster en Nutrición y Dietética por la Universidad de Bastyr, donde se formó para mezclar ingeniosamente las modalidades de curación orientales y occidentales.
Si se ha mantenido al día con las noticias relacionadas con la salud en la última década, es probable que haya escuchado a algunos expertos de gran reputación recomendar la dieta mediterránea. De hecho, por quinto año consecutivo, la clasificación anual de U.S. News & World Report reveló que la dieta mediterránea sigue siendo nombrada la mejor dieta en general, concluyendo que puede ofrecer una serie de beneficios para la salud, incluyendo la pérdida de peso, la salud del corazón y del cerebro, la prevención del cáncer y la prevención y control de la diabetes. Pero, ¿cómo se sigue exactamente una dieta mediterránea y qué hace que sea tan adorada por los expertos en nutrición? Aquí aprenderá los fundamentos de esta dieta de eficacia probada, los numerosos beneficios para la salud asociados a ella y cómo empezar hoy mismo.
La dieta mediterránea es buena para los diabéticos
El interés por esta dieta comenzó en la década de 1950, cuando se observó que las enfermedades cardíacas no eran tan frecuentes en los países mediterráneos como en EE.UU. Desde entonces, numerosos estudios han confirmado que la dieta mediterránea ayuda a prevenir las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares.
El aceite de oliva es la principal fuente de grasa añadida en la dieta mediterránea. El aceite de oliva aporta grasas monoinsaturadas, que reducen los niveles de colesterol total y de lipoproteínas de baja densidad (o “malo”). Los frutos secos y las semillas también contienen grasas monoinsaturadas.
La dieta mediterránea es buena para la hipertensión
Pescado en lugar de pollo frito. Arroz integral en lugar de un bollo de harina blanca. Un puñado de frutos secos en lugar de patatas fritas. Aceite de oliva en lugar de mantequilla. Y mucha verdura y fruta. Cambios de alimentos tan sencillos como éstos ponen en su plato el poder cardiosaludable y prolongador de la vida de la dieta mediterránea, de forma sencilla y deliciosa.
¿Qué impacto puede tener la dieta? Un estilo de alimentación mediterráneo redujo el riesgo de enfermedades cardíacas entre un 28 y un 30 por ciento en un amplio estudio realizado en 2013 en España. Pero no es necesario vivir cerca del Mediterráneo para obtener los beneficios. En un estudio de 2013 en el que se realizó un seguimiento de un grupo diverso de 6.229 mujeres y hombres estadounidenses, de entre 44 y 84 años, durante ocho años, los investigadores de Johns Hopkins y otros descubrieron que una dieta de estilo mediterráneo combinada con ejercicio regular, un peso saludable y no fumar protegía contra las enfermedades cardíacas tempranas, ralentizaba la acumulación de placa en las paredes de las arterias y reducía el riesgo de una muerte temprana en un 80 por ciento.
“Nuestro estudio nos demuestra que usted tiene el control y el poder de cambiar la trayectoria de su salud y de su vida”, dice el autor principal del estudio y experto de la Johns Hopkins, el doctor Haitham Ahmed, M.D., M.P.H. “Con una dieta más sana, ejercicio, mantenimiento del peso y evitar el tabaquismo, miles de nuestros participantes pudieron vivir más tiempo y sin enfermedades cardiovasculares. Tú también puedes”.
¿Es sostenible la dieta mediterránea?
El Dr. Félix dice que no le sorprende que la dieta mediterránea ocupe un lugar tan alto en tantas categorías y la considera una forma de vida. “La dieta mediterránea no es una moda”, afirma. “La gente que vive en Italia, España y otros países de la región mediterránea ha comido de esta manera durante siglos. Es una forma de vida. Yo me he criado con ella. Mi presión arterial es fantástica”. Basada en la cocina de estilo mediterráneo, esta dieta se centra en comer principalmente alimentos de origen vegetal, como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y semillas. Hace hincapié en comer pescado y marisco al menos un par de veces a la semana, consumir aves, huevos, queso y yogur con moderación y limitar los dulces y la carne roja para las ocasiones especiales. También da prioridad a las grasas saludables, como el aceite de oliva frente a la mantequilla, y al uso de hierbas y especias en lugar de sal para condimentar los alimentos. Al igual que otras dietas, también hace hincapié en hacer mucho ejercicio, especialmente si el objetivo es perder peso.
Además de la dieta mediterránea, hay muchas otras dietas de eficacia probada entre las que elegir.La dieta DASH y la dieta flexitariana empataron en el puesto número 2 en las categorías de mejores dietas en general y mejores dietas para la diabetes.DASH son las siglas de Dietary Approaches to Stop Hypertension o enfoques dietéticos para detener la hipertensión. Suele recomendarse para reducir la presión arterial y los niveles de colesterol. Hace hincapié en comer más frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y productos lácteos bajos en grasa, y en limitar la sal, las bebidas azucaradas, los dulces y los alimentos con alto contenido en grasas saturadas.La dieta flexitariana es mayoritariamente vegetariana, lo que significa que no hay que eliminar la carne por completo. El objetivo es comer más plantas y menos carne. Esta dieta también ocupa el segundo lugar en las categorías de mejor dieta basada en plantas y dietas más fáciles de seguir.Elige sabiamente y recuerda que las mejores dietas son aquellas que se adaptan a tu estilo de vida y que puedes mantener a largo plazo.