Comer limpio katrin
Margaret Mead dijo con razón: “Es más fácil cambiar la religión de un hombre que cambiar su dieta”. Para la mayoría de nosotros, cambiar los hábitos alimenticios poco saludables es una tarea hercúlea. De hecho, según un estudio de 2012, más del 50% de los estadounidenses (que fueron encuestados) consideraron que hacer sus impuestos es más fácil que averiguar cómo comer sano.
Desde conceptos erróneos, como equiparar la alimentación saludable con la comida insípida y los objetivos de fitness poco realistas (piense en los abdominales en V y la brecha en los muslos) hasta los estudios alimentarios contradictorios y las dietas de moda insostenibles, hay numerosos factores que hacen que la alimentación saludable parezca un asunto complicado. Pero no tiene por qué ser tan abrumadora. “La alimentación sana debe ser variada y deliciosa”, dice Fiorella DiCarlo, dietista titulada de Nueva York. “Cuanto más estimulado esté su paladar, más probable será que se adhiera a comer alimentos nutritivos”.
Aparte de eso, aumente su consumo de agua a “por lo menos dos litros al día”, sugiere DiCarlo. Además, no evite los alimentos grasos. “Las grasas naturales, como las de los productos lácteos, permiten sentirse lleno durante más tiempo y absorber mejor las vitaminas liposolubles, como la vitamina D”, explica.
Alimentos no procesados
Se recomienda consumir menos de 5 g de sal al día (menos de una cucharadita al día) para los adultos con presión arterial normal. Muchos australianos consumen el doble de esta cantidad cada día. El 75% de nuestra ingesta de sal procede de los alimentos envasados y procesados que comemos a diario, como el pan, las carnes procesadas y las sopas. Reducir la comida para llevar te ayudará a reducir tu consumo de sal. Si tienes que hacer bastantes cambios, al principio puede parecer un poco desalentador. Puede que te preocupe: Pero pronto te acostumbrarás. Cambiando tu forma de considerar la comida y con un poco de planificación, tus pequeños cambios pronto se sumarán. Cambia tu forma de pensar sobre la comida Hay muchos mitos sobre la comida sana. No elijas los alimentos basándote en falsas creencias. Algunas cosas que puedes probar: Formas de organizarse Planificar con antelación puede hacer que el cambio de hábitos alimentarios sea mucho más fácil: Abastece tu despensa y tu nevera con ingredientes fáciles de preparar y de cocinar.
Beneficios de una alimentación sana
Un plan de alimentación que le ayude a controlar su peso incluye una variedad de alimentos saludables. Añada una variedad de colores a su plato y piense que está comiendo el arco iris. Las verduras de hoja oscura, las naranjas y los tomates -incluso las hierbas frescas- están cargados de vitaminas, fibra y minerales. Añadir pimientos, brócoli o cebollas congelados a los guisos y tortillas les da un rápido y cómodo impulso de color y nutrientes.
El Plan MyPlate del USDA-icono externo-puede ayudarte a identificar qué y cuánto comer de los distintos grupos de alimentos sin salirte de tu ración calórica recomendada. También puedes descargarte el icono de Mi diario de comidas en pdf[PDF-106KB] para que te ayude a hacer un seguimiento de tus comidas.
Las frutas frescas, congeladas o enlatadas son excelentes opciones. Prueba otras frutas además de las manzanas y los plátanos, como el mango, la piña o el kiwi. Cuando la fruta fresca no sea de temporada, prueba con una variedad congelada, enlatada o seca. Ten en cuenta que las frutas secas y enlatadas pueden contener azúcares o jarabes añadidos. Elija variedades de fruta enlatada envasada en agua o en su propio zumo.
Añada variedad a las verduras asadas o al vapor con una hierba como el romero. También puede saltear (freír) las verduras en una sartén antiadherente con una pequeña cantidad de spray para cocinar. O pruebe las verduras congeladas o enlatadas para una guarnición rápida: sólo tiene que calentarlas en el microondas y servirlas. Busque verduras enlatadas sin sal añadida, mantequilla o salsas de crema. Para variar, pruebe una verdura nueva cada semana.
Dieta de alimentación limpia
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