Necesidades nutricionales para un hombre de 80 años
PescadoAsegurar una ingesta adecuada de proteínas de buena calidad y bajas en grasa es importante, especialmente en las personas mayores, para hacer frente a la pérdida de músculo y ayudar a la curación. El pescado es una proteína fácil de digerir y una excelente fuente de nutrición. Tome dos raciones de pescado a la semana y, siempre que sea posible, elija pescado azul como el salmón, el bacalao, el atún o las sardinas. Las sardinas y el salmón en lata son buenas opciones, ya que tienen espinas comestibles que aportan un plus de calcio. Relacionado: Receta: Sopa de pescado y abeja Hoon en rodajas
CarneEvite las carnes rojas y grasas, ya que tienen un alto contenido de grasas saturadas que obstruyen el corazón. En su lugar, elija pollo sin piel, carnes rojas magras y cortes magros de cerdo. Coma carne con moderación y tenga en cuenta que un corte de carne del tamaño de la palma de la mano constituye una sola ración.
¿La carne roja causa diabetes? Lácteos y alimentos ricos en calcioA medida que envejecemos, es importante asegurarse de que tomamos suficiente calcio para prevenir la osteoporosis o la enfermedad de los huesos frágiles. Los productos lácteos bajos en grasa, como la leche, el queso y el yogur, son buenas fuentes de calcio y vitamina D. El tofu y la leche de soja son también excelentes opciones para los intolerantes a la lactosa.
Dieta para personas mayores
A medida que envejece, sus hábitos alimentarios pueden cambiar. Tal vez tenga que seguir una dieta especial tras desarrollar una alergia u otra afección. Y con el tiempo, los cambios en la vida pueden hacer que sea más difícil comprar y preparar las comidas habituales. Pero hay algo que nunca cambiará: la importancia de una alimentación sana. Es posible que ya conozca los alimentos que debe incluir en una dieta saludable, pero ¿sabe qué debe evitar?
Los alimentos poco cocinados, como los huevos, la carne, las aves de corral y el sushi, pueden provocar una intoxicación alimentaria, que puede desencadenar una sepsis y un shock séptico. Aunque cualquiera puede desarrollar una infección y una sepsis, las personas mayores corren un mayor riesgo.
Si toma ciertos medicamentos para tratar la hipertensión, la ansiedad o el insomnio, es posible que le hayan aconsejado que no coma pomelo. La razón es que el pomelo y el zumo de pomelo pueden intensificar los efectos de algunos medicamentos, haciéndolos potencialmente peligrosos. Si la etiqueta de su medicamento dice que debe evitar el pomelo, es importante que haga caso de esta advertencia.
El exceso de sal puede ser un problema para los adultos mayores, especialmente si tiene antecedentes de hipertensión. Si su comida carece de sabor, intente añadir diferentes tipos de hierbas y especias en lugar de cargarla con sal de mesa. Además, revise siempre el contenido de sodio en las etiquetas nutricionales. Según los expertos de la División de Salud y Medicina de las Academias Nacionales de Ciencias, los mayores de 71 años deberían limitar su consumo de sodio a no más de 1,2 gramos al día.
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La nutrición y la actividad física siguen siendo importantes a medida que envejecemos. Una combinación saludable de buena alimentación y ejercicio puede retrasar o incluso invertir muchos de los problemas asociados al envejecimiento, ayudando a los neozelandeses mayores a seguir viviendo de forma independiente y a disfrutar de una buena calidad de vida.
Hay algunos nutrientes que las personas mayores necesitan en mayor medida que las personas de menor edad. Puede ser difícil obtener todos los nutrientes que se necesitan si la ingesta de alimentos es escasa, por lo que es importante hacer al menos tres comidas más tentempiés entre ellas y vigilar cualquier cambio de peso. Las personas mayores necesitan más:
Es importante mantener un buen peso a medida que se envejece. Sin embargo, comer solo, una dentadura postiza mal ajustada o una mala dentadura, una enfermedad, la dificultad para hacer la compra, tener un presupuesto ajustado y algunos medicamentos son factores que pueden dejarle sin mucho apetito. Hable con su médico o con un dietista si le preocupa que no esté comiendo o bebiendo lo suficiente, o si está perdiendo peso.
Su nivel de actividad dependerá de su estado físico y su movilidad. Hable con su médico si está empezando a hacer ejercicio, si tiene huesos frágiles o cualquier otro problema que pueda afectar a su capacidad para hacer ejercicio. El ejercicio también es importante para ayudar a mantener el equilibrio a medida que se envejece y reducir el riesgo de caídas.
Ejemplo de plan de comidas para una mujer de 80 años
Comer una variedad de alimentos de todos los grupos puede ayudar a suministrar los nutrientes que una persona necesita a medida que envejece. Un plan de alimentación saludable hace hincapié en la fruta, las verduras, los cereales integrales y los lácteos bajos en grasa o sin grasa; incluye carne magra, aves, pescado, legumbres, huevos y frutos secos; y es bajo en grasas saturadas, grasas trans, sal (sodio) y azúcares añadidos.
El equilibrio entre la actividad física y una dieta saludable es la mejor receta para la salud y la forma física. Fíjese el objetivo de ser físicamente activo al menos 30 minutos cada día; incluso puede dividirlo en tres sesiones de 10 minutos a lo largo del día.
En el caso de las personas que actualmente son inactivas, es una buena idea empezar con unos pocos minutos de actividad, como por ejemplo caminar, e ir aumentando gradualmente este tiempo a medida que se vayan fortaleciendo. Y consulte siempre a un profesional de la salud antes de iniciar un nuevo programa de actividad física.