¿Los hombres de las cavernas comían carne cruda?
El control del fuego por parte de los primeros humanos fue un punto de inflexión en la evolución tecnológica de la civilización humana. El fuego proporcionó una fuente de calor e iluminación, protección contra los depredadores (especialmente por la noche), una forma de crear herramientas de caza más avanzadas y un método para cocinar los alimentos. Estos avances culturales permitieron la dispersión geográfica humana, las innovaciones culturales y los cambios en la dieta y el comportamiento. Además, la creación del fuego permitió que la actividad humana continuara en las horas más oscuras y frías de la noche.
Las primeras pruebas definitivas del control del fuego por parte de un miembro del Homo oscilan entre 1,7 y 2,0 millones de años (Mya)[1] Las pruebas de los “rastros microscópicos de ceniza de madera” como uso controlado del fuego por parte del Homo erectus, a partir de hace aproximadamente 1 millón de años, cuentan con un amplio apoyo académico[2][3] Las hojas de sílex quemadas en incendios de hace aproximadamente 300.000 años se encontraron cerca de fósiles de Homo sapiens tempranos pero no totalmente modernos en Marruecos. [Hace aproximadamente 164.000 años, en el yacimiento sudafricano de Pinnacle Point, los primeros humanos modernos utilizaban el fuego de forma regular y sistemática para tratar térmicamente la piedra de silcreta con el fin de aumentar su capacidad para fabricar herramientas[5].
¿Cuándo empezó el ser humano a cocinar los alimentos?
“Por lo que sabemos, es la primera vez que los investigadores presentan pruebas concretas de la posibilidad de que la gente utilizara los entornos hidrotermales como recurso”, dice Ainara Sistiaga. (Crédito: Pixabay/Pexels)
Los primeros humanos podrían haber utilizado las aguas termales como recurso para cocinar, por ejemplo para hervir las muertes frescas, mucho antes de que se piense que los humanos utilizaban el fuego como fuente controlada para cocinar, según un nuevo estudio.
Algunos de los restos más antiguos de los primeros ancestros humanos han sido desenterrados en la Garganta de Olduvai, un entorno de valle de la grieta en el norte de Tanzania donde los antropólogos han descubierto fósiles de homínidos que existieron hace 1,8 millones de años. La región ha conservado muchos fósiles y herramientas de piedra, lo que indica que los primeros humanos se asentaron y cazaron allí.
“Por lo que sabemos, es la primera vez que los investigadores presentan pruebas concretas de la posibilidad de que la gente utilizara los entornos hidrotermales como recurso, donde se habrían reunido los animales y donde se podía cocinar”, afirma Ainara Sistiaga, investigadora del Instituto de Massachusetts y la Universidad de Copenhague y autora principal del artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Por qué los humanos cocinan los alimentos
Todas las sociedades humanas conocidas consumen alimentos cocinados, y los biólogos están generalmente de acuerdo en que la cocción podría haber tenido efectos importantes en la evolución del cuerpo humano. Por ejemplo, los alimentos cocinados tienden a ser más blandos que los crudos, por lo que los humanos pueden comerlos con dientes más pequeños y mandíbulas más débiles. La cocción también aumenta la energía que pueden obtener de los alimentos que consumen. Las patatas con almidón y otros tubérculos, consumidos por personas de todo el mundo, apenas se pueden digerir cuando están crudos. Además, cuando los humanos intentan comer más como los chimpancés y otros primates, no podemos extraer suficientes calorías para vivir de forma saludable. Hasta el 50% de las mujeres que se alimentan exclusivamente de alimentos crudos desarrollan amenorrea, o falta de menstruación, una señal de que el cuerpo no tiene suficiente energía para soportar un embarazo, un gran problema desde una perspectiva evolutiva.
Estas pruebas sugieren que los humanos modernos son biológicamente dependientes de la cocina. Pero, ¿en qué momento de nuestra historia evolutiva se adoptó esta nueva y extraña práctica? Algunos investigadores creen que cocinar es una innovación relativamente reciente, como mucho de hace 500.000 años. La cocina requiere el control del fuego, y no hay muchas pruebas arqueológicas de hogares y fuegos construidos a propósito antes de esa época.
¿Cómo se cocinaban los alimentos antes del fuego? 2021
El libro de Wrangham “Catching Fire: How Cooking Made Us Human” se publica hoy en Basic Books. En él defiende que la capacidad de aprovechar el fuego y cocinar los alimentos permitió que el cerebro creciera y el tracto digestivo se redujera, dando lugar a nuestro ancestro Homo erectus hace unos 1,8 millones de años.
Basándose en un amplio conjunto de investigaciones, Wrangham defiende que cocinar hace que comer sea más rápido y fácil, y saca más provecho calórico de los alimentos. Además, escribe, cocinar es de vital importancia para mantener el enorme cerebro humano, que consume una cuarta parte de la energía del cuerpo.
Al liberar a los humanos de tener que pasar la mitad del día masticando alimentos crudos y duros -como hacen la mayoría de nuestros parientes primates-, la cocina permitió a los primeros humanos dedicarse a actividades más productivas, permitiendo en última instancia el desarrollo de las herramientas, la agricultura y las redes sociales. Los alimentos cocinados también son más suaves, lo que significa que el cuerpo utiliza menos energía para digerir lo que ingiere.
Dado que los restos físicos del fuego tienden a degradarse rápidamente, las pruebas arqueológicas del fuego y la cocción se remontan sólo a unos 800.000 años. Wrangham se fijó en las pruebas biológicas, que muestran que hace unos 1,8 millones de años, el Homo erectus surgió con cerebros y cuerpos más grandes y tripas, mandíbulas y dientes más pequeños, cambios que concuerdan con el cambio a una dieta más tierna y energéticamente rica en alimentos cocinados.