¿Es buena la leche de almendras para la hipertensión?
Estudios observacionales y clínicos sugieren que la ingesta de leche y productos lácteos, especialmente los de bajo contenido en grasa, podría tener un efecto beneficioso sobre la presión arterial y contribuir a la prevención de la hipertensión. La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), que se centra en la fruta y la verdura y en los lácteos bajos en grasa, ha resultado ser una forma eficaz de reducir la presión arterial.
La leche y los alimentos lácteos contienen varios nutrientes y otros componentes bioactivos en la matriz láctea, como el calcio, el potasio, el fósforo y los péptidos bioactivos, que pueden estar implicados, individualmente o en combinación, en los efectos beneficiosos sobre la presión arterial.
En un metaanálisis de cinco estudios de cohortes, el consumo de alimentos lácteos se asoció a una reducción del 13% del riesgo de presión arterial elevada9. Un análisis más detallado sugirió que el efecto podría estar impulsado por los lácteos bajos en grasa y los lácteos “fluidos” (definidos como leche y yogur); el queso y los alimentos lácteos completos no tenían ninguna asociación con el riesgo de presión arterial elevada. En otro metaanálisis, de nueve estudios prospectivos de cohortes, el consumo de lácteos también se asoció con un menor riesgo de hipertensión10. Una vez más, los efectos fueron específicos para los lácteos bajos en grasa y la leche (3% de reducción por 200g/día), mientras que no hubo asociación para el queso, los lácteos enteros, los lácteos fermentados totales y, en este caso, para el yogur. Ambos meta-análisis sugieren que la leche y los lácteos bajos en grasa podrían contribuir a la prevención de la hipertensión. Una revisión sistemática posterior publicada en 2016 sobre la asociación entre el consumo de productos lácteos y el riesgo de varios resultados clínicos relacionados con el sistema cardiovascular, apoya esta conclusión, informando de asociaciones favorables entre la ingesta de lácteos totales, lácteos bajos en grasa, leche y el riesgo de hipertensión11.
Qué leche es buena para la hipertensión arterial
ResumenCiertos alimentos o sus componentes se utilizan ampliamente en la prevención y/o el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Se ha sugerido que las proteínas de la leche tienen propiedades hipotensoras. Se han realizado varios ensayos clínicos para evaluar el efecto de las proteínas lácteas de los alimentos enteros y de los suplementos sobre la presión arterial (PA). Sin embargo, no se conoce bien el efecto de las proteínas lácteas sobre la PA. Por lo tanto, se llevó a cabo un metanálisis de los ensayos de control aleatorio para proporcionar información y pruebas sólidas sobre el impacto general de las proteínas de la leche en la PA. Se buscó en las bases de datos PubMed y Cochrane la literatura relativa a los efectos de las proteínas de la leche sobre la PA hasta mayo de 2016. Se utilizó un modelo de efectos aleatorios para calcular las estimaciones agrupadas y los intervalos de confianza del 95% de los tamaños del efecto. El análisis final incluyó siete ensayos controlados aleatorios con 412 participantes. En general, las intervenciones con proteínas lácteas redujeron significativamente la PA sistólica en -3,33 mm Hg (intervalo de confianza del 95%: -5,62, -1,03) y la PA diastólica en -1,08 mm Hg (intervalo de confianza del 95%: -3,38, -0,22). No hubo evidencia estadística de sesgo de publicación en los estudios. En conclusión, este metanálisis proporciona más pruebas de que las proteínas de la leche reducen ligera pero significativamente la PA sistólica y diastólica.
La leche al 2 por ciento es buena para la hipertensión
El pasillo de la leche está cambiando, y cada vez hay más opciones para verter en los cereales o beber como tentempié nocturno. Pero ¿qué significan los nuevos tipos de leche para la salud de su corazón si tiene el colesterol alto? La leche de vaca tradicional, por ejemplo, está cargada de calcio y vitaminas A y D, que son buenas para el corazón y la salud en general. Pero la grasa saturada de la leche entera -e incluso la del 2 por ciento- puede contrarrestar esos beneficios para la salud. Cuando intente alcanzar niveles de colesterol saludables, querrá limitar la cantidad de grasas saturadas en su dieta.
Las leches alternativas pueden proporcionar beneficios nutricionales similares si eres intolerante a la lactosa, alérgico a ciertas proteínas de la leche de vaca, vegano o simplemente prefieres algo distinto a la leche de vaca. La gente elige una leche en función de su tolerabilidad y su sabor, además de las creencias sobre la salud. Cada leche ofrece diferentes ventajas y desventajas.
La leche de vaca entera contiene 146 calorías, 5 gramos (g) de grasa saturada y 24 miligramos (mg) de colesterol en una porción de 1 taza -u 8 onzas (oz)-. Es una gran fuente de proteínas y nutrientes, contiene vitaminas y minerales esenciales y proporciona un tercio de la ingesta diaria recomendada de calcio. La leche de vaca también contiene potasio, que puede ayudar a prevenir la presión arterial alta (hipertensión).
La leche de vaca es buena para la hipertensión
La presión arterial puede subir y bajar durante el día, pero cuando se mantiene alta a lo largo del tiempo, se diagnostica como hipertensión. Se trata de una enfermedad en la que la sangre circula por las arterias a una presión superior a la considerada normal, lo que obliga al corazón a trabajar demasiado.
Si no se controla, la hipertensión puede provocar enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. Dado que la hipertensión no suele presentar síntomas, es vital que se controle la presión arterial con regularidad. Con un control adecuado, se puede reducir el riesgo de ictus en un 40% y el de infarto en un 25%.
En una revisión de estudios en los que participaron 45.000 adultos, la Universidad de Monash (Australia) examinó la ingesta de productos lácteos y su efecto sobre la presión arterial. Los resultados mostraron que las personas que consumían más leche baja en grasa tenían menos riesgo de hipertensión que las que consumían menos productos lácteos.
Pero dos tercios de los canadienses no consumen las dos o tres raciones de productos lácteos que se recomiendan al día, y por tanto se pierden los beneficios de la leche para proteger el corazón. Según Sandra Bourdeau, dietista titulada y directora del programa de nutrición de Dairy Farmers of Canada, los mayores de 50 años consumen incluso menos productos lácteos que el resto de la población.